Todo lo humano ocurre en conversaciones. Todo lo humano se va entrelazando poco a poco, lejos de declaraciones y discursos, de estructuras sociales o políticas. La vida es lo que sucede a cada paso.
La evangelización no es -no debería ser- el resultado de una intención o una programación, de gestos, espacios o rituales, sino un acto continuo y contagioso provocado por la conciencia de saberse amado sin medida por Dios.
El amor entre dos personas no nace con una declaración de principios ni obedece a regla alguna. Tampoco muere como consecuencia de una voladura controlada. Se ama por amor.

A veces juzgamos nuestra labor con criterios humanos, ante nuestra propia mirada. Somos hijos del aquí y del ahora, de la inmediatez y la lógica pura. Somos nuestro peor juez. No dejamos crecer la semilla a su ritmo, la ahogamos… Pero la semilla germina y va creciendo sin que nosotros sepamos cómo. ¡Ánimo!
HAY CAUSA, HAY TRABAJO Y HAY ESPERANZA.
Vía Pastoral Fi
No hay comentarios:
Publicar un comentario